Al ver aquel rostro que no le pasa el tiempo
Y al escuchar tu voz que me hizo perderme hace años en tus ideas,
no puedo evitar la revolución de los recuerdos, de las sensaciones, de la nostalgia... Así ya no exista.
Esa misma sensación es un muerto más, si te contamos a ti. Eres un muerto hace mucho así camines, así respires, así luches.
Y así quisiera regresar el tiempo, ese mismo tiempo no sólo nos separó físicamente, sino en rutas en totalidad. Si antes sentí que éramos dos mundos completamente diferentes que luchaban por encontrar puntos de coincidencia, y por que no... Lo lograban, es cierto que ahora esa brecha la siento más grande que nunca.
Y no tanto por ti, pues admirablemente, sigues en pie de lucha.
Lo digo por mi, una mujer envejecida prematuramente, decepcionada prematuramente, cansada prematuramente.
Mi lucha y aporte, así como efervescente, fue efímera. La lucha me cambio por dentro pero no logro que mis acciones me cambiarán a largo plazo. Me canse de la denuncia, la corrupción y la mentira. Me hundí en un abismo de escepticismo y desidia. Me dedique a vivir el día a día sin análisis, y a criticar por encima en los tweets del día. Deje de sentir el merecimiento de mi existencia, pasando de la tristeza y la vergüenza a la indiferencia. No fui cambio real, y no lo seré. Me dedique a huir del ahora, refugiandome en el trabajo, y algunas reuniones sociales. Me volví una ciudadana de voto cada 4 años y de criticar en fb.
Somos hoy en día iguales que antes y más diferentes que nunca. El día a día nos separó aun más de un posible y no deseado reencuentro.
Por que se que no te quiero. Y por que se que no te volveré a querer. Pero como se mueve ese muerto al volver a escuchar esas palabras de convencimiento y constancia en esa voz que hace tantos años, me hicieron creer que otro mundo era posible.
